miércoles, 1 de agosto de 2018

Así fue su primera noche en un bar swinger


Una anécdota vivida sobre la primera vez en un bar swinger, puede ser el impulso que necesitabas para atreverte a experimentar y disfrutar de tus fantasías más profundas y esta nota te ayudará a decidirte.

La idea de que las personas que asisten a un bar sw suelen ser personas de baja reputación, mal aspecto o mayores, ha quedado de lado, porque luego de hacer tu primera visita a Interspa, te darás cuenta que podrás encontrar todo tipo de personas, incluso aquellas recatadas que creías imposible asistieran a un lugar como este.

Realmente la mayoría de las personas que realizan el intercambio de parejas están seguras, no sienten celos al hacerlo y se convierte en una fantasía completamente viva que podrán experimentar en un lugar seguro y de confianza como lo es nuestro bar.

Luego de hablar con varios de nuestros frecuentes visitantes de nuestro bar swinger en Bogotá, fuimos privilegiados de que uno de ellos nos contara como fue su primera experiencia asistiendo a un bar de este estilo. Hemos decidido contártela ¿Te da curiosidad? Entonces continúa leyendo...

Así dio inicio la primera noche en un bar swinger


La curiosidad de nuestro cliente inició muchos años atrás, pero al estar siempre bajo las reglas de monogamia que se han impuesto, no se había atrevido a experimentar en un bar sw, varias veces había sido tema de conversación con su actual pareja, pero nunca había establecido un día para asistir, hasta que un fin de semana luego de tomar unas copas tomaron la decisión de visitar Interspa:

Ambos seguros, pero nerviosos, antes de ir el fin de semana siguiente a un bar swinger en Bogotá tomamos unos tragos y el valor de hacer realidad la fantasía y curiosidad que sentíamos.

Luego de la verificación de la reserva pudimos ingresar, nos dimos cuenta que estaba repleto de parejas y lucía como un bar normal al que vas con amigos; al enterarnos que los jueves podíamos ir solos, nos llamó la atención, pensamos que trataba exclusivamente de parejas. La luz estaba tenue pero pudimos ver como la mayoría de las mesas estaban con 4 personas, todas seguramente listas para iniciar el intercambio de parejas. Nos tomamos otro trago para entrar en ambiente, se nos acercó una pareja, comenzamos a interactuar, le dijimos que éramos nuevos, así que nos invitó a otra habitación donde podríamos estar solos.

Ya que estábamos ahí, no pudimos negarnos a nada, queríamos vivir la experiencia de un bar sw. Esta pareja nos explicó que si no queríamos hacer algo, bastaba con decir “no”. Este hombre buscó mi aprobación para besar y tocar a mi novia en ese momento, ninguno se negó así que hice lo mismo con quien era su esposa. Cuando estaba en ese momento no podía sentir únicamente placer, realmente era nuevo estar en un lugar donde podía ver a otros estar sexualmente con sus pareja, y no miento que causa excitación. Acto seguido, también buscó mi aprobación para penetrar a mi novia, a lo cual no nos negamos.

También debo decir que había parejas que no intercambiaban, simplemente veían como hacíamos lo nuestro, ese era su propio show swinger. Escuchamos todo tipo de gritos y gemidos de placer. Fue una experiencia que luego quisimos repetir con mi pareja. Siempre con respeto y sabiendo que no, es no.

¿Te animarías tú a hacer lo mismo?


Por respeto, decidimos no dar el nombre de nuestro cliente, pero definitivamente quiso hacerle saber a todos que experimentar en un bar sw no está mal; todo se trata de que tu pareja también desee lo mismo para evitar problemas, que realmente quieres evitar.

Artículo tomado de InterSpa

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